La Parroquia es una Gran Familia de familias que vivimos cerca unos de otros. En una familia todos colaboran, según sus posibilidades, al bien común de todos. Eso pasa en nuestra parroquia con las numerosas actividades que hay que desarrollar para que todos podamos disfrutar juntos de sentirnos hermanos e hijos de un mismo Padre.
En nuestra parroquia, unas personas se ocupan de la formación en la vida cristiana de nuestros hijos. Otras atienden y cuidan las celebraciones y eucaristías, para que todo esté preparado y dispuesto. Otras cuidan la limpieza y cuidado de la casa común de todos: flores, plantas, clima, etc. Otras visitan nuestros mayores y enfermos llevándoles alegría y paliando su soledad. Otras cuidan y administran la economía atendiendo lo más urgente y principal como son las personas necesitadas y las cosas más urgentes.
Otras cuidan de la formación y puesta al día de la comunidad. Otras reparten los alimentos a los más necesitados. Otras animan y preparan nuestros jóvenes para la vida. Otras cultivan su vida exterior e interior. Otras… Otras… La lista es interminable.
Hay muchos campos que atender y trabajar en nuestra parroquia, y como nos dice Jesús en el evangelio: “La mies es mucha, pero los obreros son pocos” (Lc 10, 2). La escasez de obreros para trabaja en la mies del Señor es común hoy día como lo fue en tiempos pasados y en tiempos de Jesús de Nazaret.
Tenemos que cuidar y responsabilizarnos de nuestra parroquia. Es un compromiso y deber adquirido desde nuestro bautismo, que tal vez no hemos renovado desde que nuestros padrinos lo hicieron por nosotros. Tenemos que renovarlo y actualizarlo. No podemos seguir siendo solo cristianos “consumidores pasivos”. Dice el refrán: “Obras son amores y no buenas razones” que unido al otro de “la unión hace la fuerza”, ambos nos invitan a la acción y al compromiso comunitario.
Las sugerencias están abiertas y hay muchos campos de trabajo, arriba se han señalado algunos, pero hay más aún y tal vez tú tienes alguna propuesta que puede aportar vida y dinamismo a la comunidad. Acércate a la parroquia y ofrece tus posibilidades, del tipo que sean.
Hay un campo de trabajo que adolece de colaboradores, y es el campo de los “suscriptores”. Hay pocas personas en él, pero es el campo que sostiene las actividades de la parroquia con sus aportaciones y contribuciones permanentes y fijas a lo largo del año, según sus posibilidades. La economía de la parroquia no tiene otra finalidad que la de apoyar y sostener a todas las obras que se realizan.
Por si puedes colaborar en este campo, que también ofrece la parroquia, te dejo un boletín de suscripción que puedes entregar en la parroquia debidamente cumplimentado.
Gracias.
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